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jueves, 17 de septiembre de 2009

Denuncia por daños en perjuicio del compañero Rosendo Benítez, integrante de los Guardianes de la Selva


C. Licenciado Maurilio Ramírez Padua.
Agente del ministerio público de Coahuayana.

Identificándome por mi nombre: Rosendo Benítez López; mexicano, mayor de edad, de ocupación campesino, con domicilio conocido en la localidad Santa María Miramar de este municipio Coahuayana, Michoacán, CURP y clave electoral BELR760902HNNPS01 y BNLPRS76090216H600, respectivamente, con el debido respeto comparezco ante usted a presentar formal denuncia en contra de quien o quienes resulten responsables por los supuestos delitos de daños en las cosas de mi propiedad y los que resulten al integrar las averiguaciones, para lo cual expongo los siguientes


HECHOS

PRIMERO: Que entre la tarde del día domingo seis de septiembre de este año dos mil nueve y el día lunes siete del mismo mes y año, fueron dañados aproximadamente trescientos metros de cerco perimetral; consistente de cuatro hilos de alambre comercial de púa, que delimitaban una parcela de la cual soy posesionario y que se ubica en el polígono del Ejido Santa María; hacia el noreste de este mismo municipio en las cercanías de los poblados La Palmita y El Saucito.

SEGUNDO: Esta denuncia por la destrucción del cerco de mi parcela la dirijo en contra de quien o quienes resulten responsables ya que declaro no tener pruebas contundentes en contra de una persona en lo específico, sin embargo y en colaboración de las investigaciones pertinentes declaro que nunca antes; en lo particular ni tampoco en lo general, he tenido ni se han presentado conflictos con los compañeros ejidatarios ni con los vecinos pequeños propietarios de la región que pudieran derivar en este tipo de agresiones.

TERCERO: Sin embargo, y siempre en el ánimo de dar luz sobre la posible responsabilidad de los actos que aquí denuncio manifiesto ante usted que recientemente se han venido presentando ciertas desavenencias con tres vecinos de la localidad de La Palmita; siendo estas personas los señores José Zambrano, Alejandro Guizar y Aureliano Mendoza (alias El Nono) sin que pueda yo precisar los segundos apellidos de estas personas, lo cual procedo a explicar a continuación:

CUARTO: En el noreste de Coahuayana, desde hace más de un año, se ha generado un movimiento de resistencia, civil y pacífica, en contra de los proyectos de minería que la empresa TERNIUM pretende desarrollar en esta región de nuestro municipio. El rechazo social a dichos proyectos ha incorporado a la mayoría de habitantes de las localidades de esta zona que son Achotán, El Parotal, El Saucito, La Palmita, y Santa María Miramar, toda vez que estos trabajos de minería representan una amenaza de contaminación y destrucción de los mecanismos de captación, filtración y aprovechamiento de agua, así como de otros importantes elementos naturales indispensables para nuestras formas de sobrevivencia.

QUINTO: A partir de este esfuerzo ciudadano por cuidar nuestro medio ambiente las y los habitantes de las comunidades mencionadas hemos conformado un grupo colectivo autodenominado Guardianes de la Selva; en el cual participo activamente, y que habiendo alcanzado el primer objetivo que era detener, de manera pacífica, los proyectos de minería en nuestra región, nos hemos enfocado a trabajar en otras áreas igualmente urgentes de nuestro entorno ecológico como lo es el cuidado del Río Saucito y concretamente la conservación y protección de los chacales o langostinos (Macrobrachium carcinusspp) que ahí habitan.

SEXTO: Es importante señalar que para los habitantes de las comunidades rurales que he mencionado los chacales han representado, desde siempre, una fuente de alimento saludable y fácilmente accesible, que en mucho nos ha ayudado a sobrellevar las continuas crisis económicas en las que hemos vivido. Por esta razón es que nos preocupa pensar y comprobar que los chacales puedan desaparecer en el río por causas como los recientes daños causados por la empresa TERNIUM cuyos trabajos de minería arrojaron al río miles de toneladas de lodo y piedras que aun hoy siguen alterando la vida acuática de este lugar.

Otra amenaza que enfrentan los chacales en el río Saucito son las trampas llamadas “Acachales”; una especie de embudo que se construye con varas delgadas de carrizo y se colocan en medio de la corriente del río, ya sea durante las crecidas de éste; después de las tormentas, o bien durante la noche, de manera que este método sirve para capturad gran cantidad de todo tipo de chacales, sin diferenciar entre hembras, machos o crías.

SÉPTIMO: En este contexto los Guardianes de la Selva, consientes de que la posibilidad de que los chacales desaparezcan de nuestro río es ahora mas real que nunca; dado que además algunas personas ya no solamente capturan los organismos para consumo familiar si no que se dedican a comercializar con ellos, asumimos el compromiso comunitario de que para el presente año no se colocarían los “Acachales” en el río Saucito, lo cual dicho sea de paso va en línea con la veda que de por sí está establecida para esta especie por la Secretaría de Pesca; que abarca del primero de agosto al treinta y uno de octubre.

OCTAVO: Respaldados por la autoridad municipal, las autoridades agrarias; es decir los comisariados del Ejido Santa María y la Comunidad Indígena Achotán, y las encargaturas del orden, se comenzó con esta campaña de protección a los chacales teniendo excelente actitud de cooperación por parte de la mayoría de la población, cooperación que sin embargo no ha sido compartida por los señores José Zambrano, Alejandro Guizar y Aureliano Mendoza, quienes han mostrado en todo momento una actitud hostil hacia las iniciativas de los Guardianes de la Selva, que comenzó a manifestarse desde un primer momento cuando se decidió ir en contra de los proyectos mineros de TERNIUM por las razones ya explicadas aquí. Y es que estas personas o sus familias al parecer eran trabajadores de la empresa, quienes por unos cuantos pesos estuvieron dispuestos a permitir la destrucción de todo nuestro patrimonio natural sin importarles los daños presentes y futuros para las comunidades, y ese fue y sigue siendo el origen de su molestia ya que consideran un error el que la mayoría de la gente se haya organizado para detener el proyecto minero.

Pero además los señores Zambrano, Guizar y Mendoza, históricamente ha sido los principales depredadores de chacales en el Río Saucito y esto es algo público, ya que incluso ellos mismos llegaban a presumir sus ventas de estos organismos por miles de pesos cada temporada de lluvia, y es por eso que también se oponen a la campaña de veda y protección del los chacales.

NOVENO: Incluso este rechazo de los señores Zambrano, Guizar y Mendoza, hacia las acciones emprendidas por los Guardianes de la Selva se hace patente en lo manifestado por estas personas en días pasados al encargado del orden de la localidad La Palmita; Sr. Lorenzo González, quien verbalmente nos dijo que “esta gente anda muy molesta y andan diciendo que le van a dar un balazo o un golpe a alguien de ustedes, y por eso quieren saber quién es el que dirige todo esto”. Quiero aclarar que estos comentarios fueron motivados a raíz de que en la noche del 22 de agosto una comisión de los Guardianes de la Selva, después de una tormenta ocurrida en la tarde de ese mismo día acudimos al río con el motivo de verificar el cumplimiento de las disposiciones de veda y prohibición de los Acachales, encontrándose cuatro trampas colocadas en la corriente del río las cuales fueron destruidas en el lugar según la disposición del documento firmado y respaldado por las autoridades y dado a conocer públicamente y de manera personalizada a todos los habitantes de la región. Según lo manifestado por el encargado del orden de La Palmita, los señores Zambrano, Guizar y Mendoza habrían reconocido la propiedad de los Acachales y molestos por su destrucción fue cuando lanzaron las amenazas mencionadas.

DÉCIMO: Otra situación preocupante en todo este contexto se generó el día domingo 30 de agosto del presente año en la localidad de El Saucito, cuando en una reunión informativa de los Guardianes de la Selva y habitantes en general de todas las comunidades del noreste de Coahuayana, uno de los hijos del señor Aureliano Mendoza; de quien no puedo precisar su nombre y solo sé que le apodan “El Tiburón” ofreció pagar una cierta cantidad económica porque se atentara de manera violenta en contra de alguno de los Guardianes de la Selva, en especial del compañero Juan Carlos Marmolejo. Debo aclarar de que esta información no la escuche yo personalmente si no que fueron otras personas; vecinos de la misma localidad de La Palmita, quienes después de la reunión manifestaron haber sido testigos del mencionado ofrecimiento aunque también manifestaron que solo nos advertían para que tuviéramos cuidado pero de que ellos mejor quisieran evitarse problemas con sus vecinos y por eso no se dan aquí sus nombres.


DÉCIMO PRIMERO: Como ya mencione, nunca he tenido problemas con los compañeros ejidatarios y vecinos de esta región, así que entiendo que esta actitud por si misma de parte de los señores Zambrano, Guizar y Mendoza lleva a pensar seriamente en la posibilidad de que ellos hayan realizado los daños al cerco de mi parcela como una respuesta a su impotencia por no poder este año continuar capturando los chacales de manera irracional e indiscriminada como era su costumbre.


DÉCIMO SEGUNDO: De los daños al cerco de mi parcela me avisaron algunos vecinos la mañana del martes ocho del presente mes y año, dado que se percataron de que algunas de mis vacas estaban dispersas fuera de mi potrero y al acercarse se percataron de lo ocurrido. Y puesto que habiendo visitado yo mi parcela el día domingo seis al medio día, y habiendo observado que el cerco se encontraba normal entonces se entiende que los daños fueron causados entre la tarde del mismo domingo y el transcurso del lunes siguiente.


DÉCIMO TERCERO: Al revisar mi cerca comprobé que en efecto las cuatro hebras de alambre de púa que delimitaban el lado de mi terreno que da al camino estaban cortadas; al parecer con una tijera o pinza, en siete puntos diferentes a lo largo de una distancia aproximada de trescientos metros, lo que permitió que mis vacas escaparan y fue hasta el jueves que ya las pude recuperar no sin problemas.

DÉCIMO CUARTO: Como apoyo a la presente denuncia entrego también las copias correspondientes a la posesión de mi parcela, del documento público mediante el cual los Guardianes de la Selva dimos a conocer lo referente a la prohibición de los acachales en el río Saucito, así como del documento resultante de la reunión del domingo 30 de agosto el cual denominamos La Declaración del Saucito y que básicamente recoge los acuerdos públicos alcanzados en esa reunión comunitaria. Así mismo entrego un CD conteniendo fotos de algunos de los acachales encontrados en el río y un video corto de la revisión de daños al cerco de mi parcela que resultó afectado según lo expuesto en este documento.

DÉCIMO QUINTO: Con todo lo aquí comentado solicito a usted que inicie las investigaciones necesarias para determinar la responsabilidad en los hechos denunciados hasta culminar con el castigo a los responsables y de esta manera detener a tiempo estas actitudes agresivas y sin sentido en contra de quienes de manera responsable nos esforzamos por cuidar para nosotros y nuestros hijos el patrimonio ecológico que sin esfuerzo alguno hemos recibido de la naturaleza.


Sin más, agradezco la atención y quedo al pendiente para cualquier seguimiento.

En Santa María Miramar, a los 12 días del mes de septiembre del año 2009.

Respetuosamente

Rosendo Benítez López

Con el respaldo de:

Guardianes de la Selva; movimiento de resistencia civil y pacífica en contra de los proyectos mineros en Coahuayana y por el cuidado del medio ambiente.


Ejido Santa María.

Comunidad Indígena Achotán.

Encargaturas del Orden

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