jueves, 12 de noviembre de 2009

Denuncia ambiental en contra de la empresa GELDIS S.A de C.V por contaminar el Río Saucito

Santa María Miramar, a los 11 días del mes de noviembre del año 2009.

C. Patricio Patrón Laviada; Procurador Federal de Protección al Ambiente.
C. Alfredo Ledesma Rangel; Delegado de la PROFEPA en Michoacán.
C. Ing. Nicolás Mendoza Jiménez; titular de la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente de Michoacán.
C. Ramón Corral Ávila; Comisionado Nacional de Acuacultura y Pesca.
C. Biólogo Miguel Jerónimo Luís; Encargado de la Oficina Regional de Pesca en Coahuayana.
C. Biol. Ma. Nereyda Cartagena Arroyo; Titular de la Comisión de Pesca del Estado de Michoacán.
C. M. en C. Catalina Rosas Monge; Titular de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente de Michoacán.
C. José Luís Luege Tamargo; Director General de la CONAGUA.
C. Raúl Antonio Iglesias Venítez; Director General del Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico.
C. Roldan Álvarez Ayala; Coordinador General de la CEAGC, Michoacán.

Respetables funcionarios y funcionarias,

Habitantes locales del noreste del municipio Coahuayana, Michoacán, agrupados en la organización comunitaria Guardianes de la Selva; que engloba al Ejido Santa María Miramar y a la Comunidad Indígena Achotán, por este medio acudimos ante las autoridades ambientales de este país México, a denunciar que en días de la primera semana noviembre del presente año 2009, trabajadores de la empresa GELDIS Construcciones, S.A de C.V; propiedad de Ian Fernando Geldis Cardiel; actualmente empleados en construir el tramo carretero Santa María Miramar-Zapotán, utilizando maquinaria pesada de las comúnmente llamadas “manos de chango” o “trascavos” procedieron a secar un brazo del río Achotán; también conocido como río Saucito o río Santa María; localizado al noreste del municipio Coahuayana. Aprovechando un pequeño delta del río y utilizando para ello la maquinaria mencionada se procedió a formar una especie de represa; con arena y piedras del mismo río, de tal manera que el agua del río fue desviada hacia uno solo de sus “brazos” afectando con esto; entre otras cosas, la dinámica de vida del langostino de agua dulce localmente conocido como Chakal (Macrobrachium spp).

Los Chakales; es decir las larvas de estos, se ven seriamente afectadas con este tipo de actividades (secar brazo) por lo que incluso está considerada como una forma de pesca prohibida por su alto impacto negativo en la tasa de mortalidad de todos los microorganismos del río. Al disminuir drásticamente el nivel de agua; quedando incluso algunas partes del río secas por completo, se mueren muchos organismos; principalmente las crías, se facilita su depredación por parte de las aves y se permite la captura indiscriminada de Chakales por parte de las personas que a esto se dedican.

Cabe mencionar aquí el nada sencillo proceso que las y los habitantes de las comunidades venimos desarrollando en el noreste de Coahuayana para cuidar y proteger a los Chakales en el mencionado río Achotán, dada la gran importancia que estos organismos tienen para nosotros como parte de nuestra dieta alimenticia tradicional, y en este sentido consideramos injusto que la empresa GELDIS venga con sus maquinas a afectar en buena parte todo este esfuerzo que nosotros hacemos por cuidar nuestro río.

Por testimonios de algunos trabajadores de GELDIS sabemos que ellos mismos le habrían comentado al representante local de la empresa; Ingeniero Rodolfo Díaz, de la inconveniencia de desviar el cause del río para capturar los Chakales, recomendación a la que el ingeniero Díaz hizo caso omiso y es así que se procedió con las acciones que aquí se denuncian.

Mencionar también que además del daño causado al río y a los chacales los trabajadores de la empresa dejaron también una gran cantidad de basura (latas, botellas de vidrio, bolsas…) a la orilla del río como producto de que ahí realizaron su comida y no les importó contaminar nuestro río a pesar de que a la entrada al lugar nosotros hemos colocado letreros que claramente dicen PROHIBIDO TIRAR BASURA.

Así mismo denunciar los derrames de aceite que la maquinaria de GELDIS dejó en el río producto de una descompostura mecánica que, a decir de los propios trabajadores ocurrió adentro del propio río; es decir que se vertió aceite en el agua y de esto aun se aprecian algunos escurrimientos en piedras y arena del lugar afectado.

El día de hoy; miércoles 11 de noviembre de 2009 hemos buscado una explicación por parte del ingeniero Rodolfo Díaz, representante de GELDIS en Coahuayana quien primero reconoció haber secado el brazo en el río, toda vez que pensó “que no se afectaría tanto”, para posteriormente terminar negando su responsabilidad en los hechos y señalar como responsables en todo caso a sus empleados.

De las evidencias que quedaron en el río; de la represa que se construyó para desviar el caudal del río, así como de las vagas explicaciones que al respecto nos dio el ingeniero Díaz nosotros, Guardianes de la Selva, contamos con las evidencias que nos fue posible obtener; tanto fotos como video, las cuales ponemos a disposición de las autoridades competentes para que se castigue a los responsables de haber afectado a nuestro río y buscar con esto que acciones como las que aquí se denuncian no se repitan mas en nuestro territorio.

El lugar afectado se localiza en el Río Achotán, a 30 minutos de la cabecera municipal de Coahuayana.

De la cabecera municipal tomar la carretera pavimentada hacia el poblado de Zapotán (15 minutos). En Zapotán continuar por el camino; actualmente en construcción, hacia la localidad de Santa María Miramar (10 minutos), y posteriormente seguir el camino que va hacia Achotán hasta llegar al Vado que cruza el río (3 minutos). A unos doscientos metros río arriba se encuentra el área afectada.

No queremos terminar nuestra denuncia sin mencionar semanas atrás a la empresa GELDIS le fue inmovilizada maquinaria que emplea en la extracción de arena del lecho del río Zapotán; esto por parte de la CONAGUA, presumiblemente por no contar con los respectivos permisos para realizar este tipo de trabajos. Esto es importante porque es de pensar que tal vez la empresa tampoco cuente con los permisos para sacar piedras del río Achotán, lo cual ha sido una de las vagas excusas que se mencionaron por parte del Ingeniero Rodolfo Díaz como explicación para haber secado el brazo del río que aquí se denuncia.

Sin mas que agregar y en espera de la actuación correspondiente se agradece la atención a la presente.

Respetuosamente,

Guardianes de la Selva; hombres, mujeres y niñ@s del noreste de Coahuayana a favor de la conservación y aprovechamiento sostenible de los ecosistemas.

Juan Carlos Marmolejo Álvarez (contacto).
e-mail: jmarmolejo@earth.ac.cr y/o jcmarmol@yahoo.com


Guardianes de la Selva limpiando parte de la basura que los trabajadores de GELDIS dejaron en el río.