Capturado por jóvenes de la localidad de Achotán, quienes el pasado día 2 de noviembre se encontraban pescando en el río del mismo nombre; a escasos trescientos metros del pueblo, un cocodrilo de 1.55 metros de largo fue entregado a una comisión de los Guardianes de la Selva y el Agua del Cerro de la Aguja para que, por conducto de este grupo ambientalista el animalito sea entregado trasladado a un lugar seguro para su adecuado desarrollo.
La Comisión, integrada por los Guardianes Miguelito, Nacho y Rosendo, quienes acudieron a Achotán para trasladar al cocodrilo dijeron que el hecho de haberse encontrado a este reptil en el río Achotán-Saucito es una noticia “de grandísima importancia para quienes estamos preocupados y trabajando en proteger al medio ambiente y a la fauna silvestre del noreste de Coahuayana”.
“Ya preguntamos a las personas mayores; tanto de Achotán como de Santa María o Saucito; gente de hasta 80 años, que toda su vida la han pasado aquí, y nadie recuerda ni tan siquiera historias que hablen de cocodrilos en este río”, comentaron los Guardianes, “por lo tanto estamos pensando que esta es una prueba contundente para demostrar las relaciones que existen entre la selva que nosotros estamos cuidando acá en el noreste de Coahuayana y los puntos mas lejanos de nuestro municipio como lo son los esteros de Boca de Apiza y El Ticuíz, que es de donde sin lugar a dudas se vino este animalito; ya nadando ya caminando.”
“Lo triste de este tema es que mucha gente de este municipio; comenzando por nuestras autoridades, no están consientes o no les importan la destrucción y la contaminación que se hace todos los días de estos ecosistemas y que rápidamente están provocando la desaparición no solo de los animales silvestres, pero también de plantas, árboles y sobre todo de fuentes de agua de las cuales depende la vida de nuestras comunidades”.
“De seguro que el cocodrilo se puso a nadar río arriba, aprovechando las crecientes de los meses pasados, pues tal vez se cansó de la grave contaminación y que existía en el lugar donde vivía; estaba buscando un mejor lugar para vivir”.
“En este momento ya unas compañeras Guardianas de la Selva están intentando contactar con gente del Cocodrilario que está allá por el rumbo de la Laguna de Alcuzahue; municipio de Tecomán, Colima, para ver si ellos pueden recibir ahí al cocodrilo.”
“Ojalá se pudiera quedar aquí en el río, pero pues sabemos que es peligroso; sobre todo para los niños y las familias que regularmente vienen aquí a bañarse. Entonces, para evitar accidentes mejor llevarlo a un lugar seguro”.
Aunque, por otro lado, mencionaron los Guardianes, cabe la posibilidad de construir un estanque en la localidad de Santa María, para colocar ahí al cocodrilo. “Esto sería parte de un proyecto que estamos desarrollando para establecer en una especie de Parque Ecológico o una Reserva de Vida Silvestre ahí en el pueblo, ya que precisamente en medio de la comunidad existen unas dos hectáreas de selva que pueden funcionar perfectamente como una reserva de vida silvestre. Ya tenemos un escorpión (que ya se comprobó que no es venenoso y no representan peligro para la gente), y también una hembra de un felino el cual nosotros pensamos que es un jaguar; la cual rescatamos cuando cazadores de una localidad vecina la dejaron huérfana y a punto de morir de hambre en el bosque.”
Con estos y otros elementos de biodiversidad; tales como la cría de venado cola blanca, las iguanas verdes, el cultivo orgánico de la Vainilla, el aprovechamiento sostenible de la corteza de Balsamo, el proyecto comunitario de Las Albercas, los balnearios naturales, etc., los Guardianes de la Selva y el Agua del Cerro de la Aguja están construyendo, día con día su propio futuro; un futuro de esperanza y de formas de convivencia en armonía con todos los seres vivos de su entorno.
“Lo que nosotros como Guardianes estamos haciendo, desde hace dos años para acá, es buscar formas de aprovechar eficientemente los recursos naturales, y para nos dimos cuenta que lo primero para hacer es cuidar esos recursos. Por esto los proyectos de explotación minera que el gobierno y las empresas privadas quieren imponer en estas tierras simplemente no consideramos que sean viables para nuestros pueblos; porque es lo contrario de lo que nosotros, los Guardianes, estamos buscando; donde nosotros queremos conservar la vida ellos quieren destruir esa misma vida; hasta no dejar mas que las piedras inútiles”. Así terminó diciendo el compañero Rosendo.